En primer lugar, podemos definir una relación sana como aquella relación en la que hay un entorno en el que las partes se sienten libres; es decir, que dentro de los límites establecidos en la relación, pueden actuar como deseen sin miedo a las posibles consecuencias que esto pueda tener por parte de su pareja. En estas relaciones ambas personas se respetan, tienen confianza el uno en el otro y se apoyan mutuamente.
¿Qué es una relación tóxica?
Una relación tóxica no se caracteriza por el respeto, la confianza o el apoyo, sino por dinámicas destructivas como el control, la manipulación y la dependencia emocional. La falta de libertad y el miedo son comunes en este tipo de relaciones, que van erosionando la autoestima y el bienestar emocional de quienes las sufren. Muchas veces, las personas inmersas en una relación tóxica no lo perciben de inmediato, ya que estos comportamientos negativos suelen surgir de forma gradual y sutil. Por eso es esencial aprender a reconocer las señales para poder tomar decisiones que favorezcan la salud emocional y salir de ese círculo dañino.
Principales características de una relación tóxica que debes conocer
Por otro lado, una relación se vuelve tóxica cuando empiezan a aparecer comportamientos que dañan a una o ambas personas. Estos comportamientos pueden incluir cosas como la falta de libertad, celos, manipulación, el miedo constante o el gaslighting (también conocido como luz de gas), entre otros. También es común sentir dependencia emocional, inseguridades, o una falta de apoyo y confianza. En este tipo de relaciones, las personas a menudo se sienten atrapadas y emocionalmente desgastadas, lo que puede generar un impacto profundo en su bienestar.
20 señales para saber si estás en una relación tóxica
A continuación, exponemos 20 señales que pueden ayudar a identificar una relación tóxica:
- Presencia de miedo. La persona tiene miedo ante posibles reacciones de su pareja. El hecho de actuar de determinada manera para intentar evitar las represalias de la otra parte es el indicador principal. Es importante destacar que en ningún tipo de relación saludable debería existir el miedo.
- No hay apoyo.No se muestra apoyo mutuo en la pareja, ni en los proyectos o ideas que tenéis ni tampoco existe apoyo a nivel emocional. La falta de apoyo dentro de una relación es uno de los factores que más dinámicas tóxicas generan.
- No hay confianza. Si no confías en tu pareja y tienes miedo a que te engañe, a que haga algo a escondidas de ti. Esto genera tensión, y por tanto provoca conflictos
- No acepta un «no» por respuesta. En el caso de que algo no te guste y digas «no», la otra parte tendría que respetar tu decisión y entender que podéis tener opiniones distintas sin necesidad de discutir.
- Sientes que te quiere por interés. Si crees que tu pareja se ha fijado en ti por el dinero, la casa que tienes, etc. y no valora otras cosas como el afecto, el humor, la personalidad, entre otros.
- Se mete con tu físico. En el caso de que haga comentarios sobre tu físico como, por ejemplo: has engordado, no me gusta tu nariz, te estás quedando calvo, etc.
- Presencia de control. Esto ocurre cuando una de las partes intenta controlar absolutamente todo lo que hace la otra persona. Este control lo demostrará con preguntas constantes del tipo: con quién has estado, dónde has ido, por qué no me has avisado para que fuera contigo, etc. Esto puede generar mucha frustración y agobio en la pareja, ya que no se demuestra confianza.
- Te pone en ridículo en público. Si aprovecha las quedadas con amigos o familiares para ponerte en ridículo. Un ejemplo de esto podría ser que se metiera con tu manera de vestir delante de los otros, o de cómo bailas (a modo de burla).
- Tienes que ceder en todo. Ante un conflicto te toca ceder siempre a ti porque la otra parte no está dispuesta a dar su brazo a torcer. Esto hace que siempre acabes realizando lo que tu pareja propone. De esta manera quedan en segundo plano tus objetivos, deseos, ideas, planes.
- Evitar conflictos. Sea por el motivo que sea, prefieres evitar hablar sobre un tema importante para no tener que discutir sobre ello.
- No acepta nunca su parte de culpa. Cuando discutís no acepta que tiene su parte de responsabilidad, culpándote siempre a ti de lo que ha pasado y de las discusiones.
- No sientes libertad en la pareja. Quizás esta es una de las más relevantes, junto con la del miedo. Si no expresas tus opiniones, ideas, pensamientos, etc. por las posibles consecuencias que esto pueda tener en tu pareja.
- Te aleja de tu círculo social. Puede darse el caso de que dejes de ver a tu familia o amigos por el motivo de que a tu pareja no le gustan. Esto hace que poco a poco te aísles de tu círculo social. Por ejemplo, dejar de salir con tus amigos porque sabes que a tu pareja no le gusta que vayas con ellos
- Piensa que tiene más valor que tú. Si hace bromas o dice que eres una persona necesitada, débil, menos inteligente, etc. y opina que es él/ella la parte inteligente o crucial de la relación.
- Comparaciones con otras personas. Las críticas constructivas y formuladas con asertividad ayudan a crecer. Cuando son destructivas y constantes, se trata de una forma de agresión. Esto se puede ver con comentarios de tipo: “mi pareja anterior sí que hacía esto” donde se está comparando para provocar una inferioridad.
- Comunicación con insultos. Si cuando discutís o tenéis un conflicto se producen insultos, tono de voz muy elevado, etc.
- Amenazas. Si cuando habláis hay amenazas dirigidas hacía la relación o hacía ti como pareja. Por ejemplo: «si no haces lo que yo quiero me voy» o «haces esto o verás las consecuencias que puede tener tu rebeldía», “si no me escuchas, te dejo”.
- Soledad. El hecho de sentirte solo/a en el caso de tener pareja puede ser otra señal que indica que la relación no te aporta lo que necesitas. Además se puede sentir que esa persona no está a nuestro lado cuando la necesitamos.
- No presta atención a tu entorno. Si cuando quedáis con tus amigos o familiares sientes que les falta el respeto. Por ejemplo, si os invitan a comer y está todo el rato mirando el teléfono móvil sin hacer caso a lo que pasa a su alrededor.
- Sientes que no tienes futuro. Si piensas que no tienes futuro con tu pareja y/o no te imaginas un futuro con él/ella.
Reconocer una relación tóxica puede ser complicado, pero si te identificas con varias de las 20 señales descritas, es momento de reflexionar. Las relaciones deben basarse en respeto y apoyo mutuo; si no es así, podrías estar ante una situación dañina. No dudes en pedir ayuda profesional. Romper con una dinámica tóxica es difícil, pero esencial para tu bienestar. Es posible recuperar la paz y sentirte bien de nuevo.